Se ha sobresimplificado el pensamiento que PROBLEMA = OPORTUNIDAD. Esta idea casi tiene un aire mágico. Pero si lo pensamos despacio descubriremos que un problema es una oportunidad SÍ Y SÓLO SI se le ha generado soluciones. De lo contrario… sigue siendo un problema (algo negativo).
Por tanto, al encontrarnos con un problema, es necesario hacer algo al respecto, hay que resolverlo en forma efectiva, eficiente, relevante, rentable. Entonces, cuando contemos con una o más soluciones, el problema ya puede ser interpretado como una oportunidad: una oportunidad para cambiar, crecer, diferenciarse, descubrir algo valioso.
¿Tienes un problema? Podría ser una oportunidad…
Nos vemos pronto sDq,
Frank Gamez
mantente creativo
consulta para talleres programas conferencias creatividad innovación cambio catalización workshops catalización